¿Te has preguntado alguna vez qué es el desarrollo sostenible?
Posiblemente hayas escuchado este concepto en muchos lugares últimamente; periódicos, televisión, artículos de blogs, revistas… Sin embargo, se trata de una de esas expresiones que aunque se oye hablar de ella en todas partes, pocas personas saben realmente lo que significa o lo que implica.
¿Qué es el desarrollo sostenible y de dónde ha surgido?

Podríamos definir un desarrollo de la sociedad como ‘sostenible’, cuando este está equilibrado entre el crecimiento económico, el cuidado del medioambiente y el bienestar social.
En otras palabras, sabemos que el desarrollo es algo primordial que nos ha convertido en la sociedad que somos hoy en día, sin embargo, comprometer la salud del planeta y el bienestar de ciertos grupos sociales por este avance no tiene ningún sentido.
Es por eso que este concepto de ‘desarrollo sostenible’ se acuñó por primera vez en 1987, concretamente en un informe llamado ‘Brundtland’.
En este documento, se alertaba por primera vez de las nefastas consecuencias medioambientales que existían detrás de un desarrollo demasiado acelerado, sobre todo desde el punto de vista económico y de la globalización.
A continuación, se proponían diversas soluciones a esta problemática, ya que en este mismo documento se reconocía que el desarrollo seguía siendo importante, pero también lo era el hacerlo de una forma sostenible y respetuosa con el medioambiente y con las personas.
Los objetivos del desarrollo sostenible
Las Naciones Unidas presentaron en 2015 un decálogo de los objetivos primordiales de desarrollo sostenible junto a varias metas específicas que debían cumplirse para los siguientes 15 años.

Estos objetivos no solamente tenían que ver con cuestiones medioambientales, sino que englobaban los derechos humanos y el respeto por el bienestar de todos los habitantes del Planeta, sin renunciar al desarrollo de las sociedades.
Este decálogo consta de 17 objetivos, entre los que se encuentra el fin de la pobreza, asegurar la correcta nutrición para todas las personas, abogar por una educación digna en todo el mundo, la igualdad entre géneros, promover el crecimiento económico siempre y cuando sea sostenible, reducir la desigualdad entre los países, combatir el cambio climático, proteger los mares y océanos o la promoción de sociedades más pacíficas e inclusivas en los distintos países del mundo.
Estos ODS constituyen en la actualidad, la guía para el desarrollo global hasta el año 2030. Estos 17 objetivos constan a su vez de 169 metas que deberán formar parte de la agenda política de todos los países líderes de todo el mundo.
El mundo está cambiando

Por suerte, la conciencia social con respecto a la sostenibilidad ha cambiado mucho desde que se publicara el Informe Brundtland en 1987. En la actualidad, la tendencia verde está en alza, y cada vez aparecen ideas más novedosas para hacer del mundo un lugar más respetuoso tanto con el medioambiente como con personas, animales y el entorno.
Prueba de ello es el nacimiento de las empresas de energía verde, que abogan por el acceso a energías renovables 100% sostenibles. De hecho, sus objetivos empresariales se alinean con el ODS número 7, en el que se reclama el acceso para todo el mundo a una energía asequible y no contaminante.
Sea como fuere, estamos deseosos de ver el futuro que nos espera para 2030 y comprobar si se ha cumplido con los objetivos de sostenibilidad propuestos por las Naciones Unidas en 2015. Al resto tan solo nos queda poner nuestro granito de arena para que esto sea posible en un futuro próximo.